La composición y consistencia de este aceite, que se solidifica por debajo de 24ºC, hace que podamos sustituirlo sin ningún problema y en las mismas proporciones que la mantequilla, algo muy común en las elaboraciones de repostería. Además, con el aceite de coco conseguimos dar un toque extra de sabor a nuestras recetas sin necesidad de incorporar ningún aditivo o esencia de forma independiente. Y eso por no hablar del aroma que desprenden nuestros dulces. ¿Hay una sensación mejor que el olor a dulce recién hecho?
Si tenemos en cuenta la composición y consistencia de este ingrediente, que se mantiene sólido a una temperatura bastante alta, veremos en él un increíble aliado para preparar pastas untables y coberturas para tartas, por ejemplo.
Si quieres iniciarte en el uso de aceite de coco en recetas de repostería, no pierdas ojo a las recetas que te proponemos, ¡y cuéntanos tu experiencia!