Además de los beneficios para la salud que constituye la inclusión del consumo de aceite de oliva en una dieta equilibrada, vamos a analizar los efectos beneficiosos que representa su consumo para las personas que regularmente practican algún deporte.
Es importante resaltar que, pese a que la práctica deportiva ocasiona multitud de beneficios para el organismo, tanto a nivel físico como psicológico, existen una serie de límites que debemos tener presentes, pues muchos inconvenientes y trastornos se pueden derivar de un exceso de actividad deportiva o una actividad deportiva poco controlada. Por esto, es fundamental adaptar el nivel y tipo de ejercicio al estado físico, la edad y las circunstancias de la persona que lo vaya a practicar.
Entre los estragos físicos que causa el ejercicio del deporte destacan el consumo de energía, con la consiguiente disminución de oxígeno y nutrientes a los tejidos, así como el aumento de radicales libres, que son uno de los elementos responsables de la oxidación celular del organismo.
La alimentación es un factor decisivo en el efecto que ejerce la actividad deportiva sobre el organismo, tanto antes del esfuerzo como en su recuperación posterior. En este sentido, la vitamina E presente en el aceite de oliva virgen extra contribuye a la protección de las células frente a la oxidación.
Además de este componente, otros dos elementos presentes en el aceite de oliva son fundamentales en la alimentación y recuperación de los deportistas: