El olivar tradicional se caracteriza por sus olivos centenarios, su baja densidad de plantación (menor a 180 plantas/ha) y la presencia de varios troncos por árbol en la mayoría de los casos. Este tipo de olivar es el más extendido representado el 74% del olivar español. Es el olivar que siempre ha estado ahí, da empleo a miles de familias, mantiene el medio rural y forma parte del paisaje característico español.
Nos encontramos, por lo tanto, en un lugar privilegiado, por su historia y porque la naturaleza lo ha dotado de unas condiciones idóneas para el cultivo de esta planta milenaria.
Todo ello unido a nuestros métodos de cultivo y extracción, obtenemos un aceite cuya calidad no nos puede dejar indiferentes.